En las últimas horas abrió sus ojos, lo que es un signo alentador, aunque los médicos dicen que en este momento está en manos de Dios.
El hospital no da información sobre Arthur y no se aceptan visitas a este punto, ni llamadas telefónicas, aunque se pueden enviar tarjetas y cartas de deseos de recuperación.
Pablo Piñeiro, 2008.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario