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jueves, enero 12, 2012

Don VILANOVA y más!! 3º Bs. As. CIUDAD BLUES FEBRERO 4 y 11 LA TRASTIENDA CLUB













Los días 4 y 11 de febrero se realizará en La Trastienda la tercera edición del festival Buenos Aires Ciudad BLUES, con la actuación de ocho grandes bandas, entre ellas la de Don Vilanova (con Franco Capriati en armónica) y las de Nico Smoijan, Mariano Slaimen y Rubén Gaitán, los más destacados armonicistas del género en Argentina, instrumento en torno al que girará esta vez el exitoso festival que tuvo sus ediciones anteriores en el verano y el invierno 2011. Ver historia de la armónica en el blues, abajo; y bio de los artistas del festival, adjunta


La noche del SABADO 4 abrirá con La Borgoña Blues Band , que continúa presentando los temas de su segundo disco, Cosa nuestra, una serie de diez títulos propios con un sonido crudo de blues sureño. Integran el grupo, en voz Martín Aguilera, en guitarra y coros Alejandro “Tano” Marchese, en guitarra Sergio “Cuervo” Grigüelo, en guitarra y coros Pablo “Tuky” Strione, en batería y percusión Matías Giliberti, en armónica Fede López y en bajo Sergio Gimenez. Seguidamente la Bs. Ays. Blues Band anticipará los temas de su segundo CD, que cuenta con producción de Ricardo Tapia. Los músicos son Maximiliano Hermosilla (voz y guitarras), Federico Rodríguez (armónicas), Mariano Di Lernia (teclados y piano eléctrico), Alejandro Moore (batería y percusión), Matías Mazzuco (saxo tenor), Mauro Rodríguez (saxo alto), y Julián Márquez (bajo).

El Gabriel Lema trío, por su parte, traerá una de las siempre esperadas visitas al país de este guitarrista argentino radicado desde los 90 en Paraguay y que ha actuado con su trío o con otras formaciones en festivales de blues en Europa y Latinoamérica. Y para el final, Rubén Gaitan y su grupo presentarán los títulos de su último disco, Tuve que hacerlo, donde uno de los mayores y más populares armonicistas del género, reconocido mundialmente, pone también su voz a versiones de una energía sonora por momentos cercana al rock pesado.

El sábado 11 comenzará con el show de La escocesa, una de las más nuevas bandas del blues local -que también interpreta rock, shuffle y swing- e integran Adrián Arellano (guitarra y voz), Alejandro Narvaja (armónica y coros), Alejandro Lobo (bajo y coros) y Sebastián Piña (batería), todos músicos de larga trayectoria en el género.

Luego será el turno de dos grandes armonicistas, al frente de sus propios grupos. Nico Smoljan, que se presentará con los Shakedancers -aunque también integra el sexteto de armónicas A7-, y es habitual invitado de grandes bluseros americanos, además de endorser de Honner y de la selecta marca LHC Vintage Valve Amplifiers, amplificadores de los que existe un modelo con su nombre; y luego Mariano Slaimen, que encabeza la R&Blues , y que desde los 90 tocó junto a grandes intérpretes de Chicago como Aron Burton, Kingston Mines, John Primer o Eddie C Campbel, quien lo invitó a participar del Chicago Blues Festival, el más grande del mundo, y ahora en La Trastienda continuará presentando su último disco, Al Límite.

Cerrará el Festival Don Vilanova, que presentará nuevo repertorio al frente del grupo que integran Luciano Scalera (batería), Rafael Pravettoni (bajo) y
Franco Capriati, de destacada participación en armónica, instrumento que será el eje del festival


La Trastienda, Balcarce 460  / 21 horas, entradas desde $60
Pintos & Gamboa / 4 858 0116   4 858 1153



La armónica y el BLUES

Matthías Hohner introdujo su primera armónica en el gran mercado americano en 1862, explotando inteligentemente el prestigio de figuras bien conocidas de la música para engrandecer la apariencia de sus instrumentos; y la guerra civil estadounidense aumentó la popularidad de la armónica. Hohner ya había enviado varias a sus parientes en EE.UU., y los soldados las encontraban fáciles de llevar y de tocar. Hacia 1900, la mitad de las armónicas hechas en Alemania se vendían en EE.UU.

La armónica más utilizada por los intérpretes de blues clásicos, la Marine Band , apareció en 1896 y se podía comprar por sólo cincuenta centavos. El modelo, con su forma, sus bellos grabados en sus chapas y su excelente sonoridad, se convirtió en la armónica más popular de todos los tiempos y en el instrumento musical más vendido del mundo. Tomó su nombre de la famosa banda dirigida por John Philip Sousa de la Armada estadounidense.

Se comenzó a usar en cárceles y en plantaciones de algodón. Pronto se utilizó la habilidad del instrumento para sonar como un tren, y se hizo lugar en obras como Railroad Piece (de Palmer Bailey) o Railroad Blues de los Freeman Stowers. Hohner murió en 1902 y su nombre es hoy en día sinónimo de "armónica". Sólo en 1913 su fábrica produjo 10 millones de instrumentos y en los años 20 las ventas subieron a 25 millones de unidades al año.

Han habido y existen muchos grandes de la armónica, pero hay algunos de ellos que cambiaron, revolucionaron o dieron fama al instrumento:
"Sonny Boy" Williamson II, también conocido como Aleck Miller comenzó su fama en la radio como armonicista de blues en 1941. De pequeño aprendió de forma autodidacta y a sus seis o siete años ya tocaba en la iglesia y en fiestas locales. Durante más de tres décadas actuó como músico itinerante y a pesar de su éxito no grabó un disco hasta 1951.

En 1954, en contrato con la casa Chess , se mudó al norte y más tarde en los 60 su fama se extendió entre los fans del blues de toda Europa, con giras por Dinamarca, Alemania, Polonia, incluso actuando con bandas inglesas como los Animals y los Yardbirds. Además de armonicista, fue un notable y original compositor de blues, su uso del espacio, su ritmo y el tono de su armónica le colocaron entre los más grandes músicos de armónica blues de todos los tiempos.

Un joven armonicista de nombre Marion "Little Walter" Jacobs, revolucionó completamente al instrumento en los años 50. Tuvo la idea de tocar la armónica cerca de un micrófono (usaba un "brown bullet", un micrófono comercializado para los radio taxis, dándole un tono medio y cálido parecido al de una guitarra eléctrica) cerrándolo con sus manos alrededor y sellando el aire en torno a la armónica, dándole un potente y distorsionado sonido, recordando a veces al saxofón o la trompeta. Esta técnica, combinada con su gran virtuosismo en el instrumento le hizo de ahí en adelante, posiblemente, el armonicista que más influenció en la historia. Es casi imposible hoy día encontrar un armonicista que no haya sido influenciado por Little Walter.

Bob Dylan también dio enorme fama al instrumento añadiendo toques de blues a su sonido folk y rock. Fue especialmente reconocido en su época folk con su armónica colgada al cuello tocándola simultáneamente con su guitarra, al igual que otros grandes como Woody Guthrie.

Howard Levy. Un músico sin límites. Sus aventuras musicales incluyen viajes en el jazz , pop, rock, world music , música latina, clásica, folk, blues, country, teatro y cine. Ha trabajado en cientos de CDs, ganado un Grammy en 1997, el premio Joseph Jefferson en 1986 a la mejor música original y ha actuado muchas veces en televisión y radio en Europa y América.

Virtuoso de la armónica y universalmente reconocido como el armonicista más avanzado en la armónica diatónica, desarrollando los overbends (término genérico del oberblowing y el overdrawing que él mismo acuñó) allá por los años 70. Con las nuevas notas de los overbends llevó al límite a la armónica diatónica en un estilo totalmente cromático, en una auténtica revolución que llevó al pequeño instrumento a territorios impensables.  Con el crecimiento de blues en Argentina, principalmente a fines de los 60, la armónica también se hizo su lugar. Este festival, una puesta al día



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