El cuarteto Argysaurus Superblus presenta “Cosecha tardía”, su cruzada para encontrar un estilo 100% autóctono.
sábado, 09 de abril de 2011
Más allá de rescatar clásicos de B.B. King o George Harrison, lo de la banda Argysaurus Superblus, ya con seis años de carrera, se proyecta en un ambicioso plan conceptual en base a una pregunta que puede resultar tan estimulante como irresoluta: ¿Es posible que Mendoza pueda inspirar un blues propio? ¿Un sonido identificatorio? ¿Algo de pura cepa?
Para empezar con las indagaciones no hablan de “blues” sino de “blus” y se lo ponen al nombre del cuarteto “Argysaurus Superblus”, en definitiva el resultado de un grupo de compañeros de secundaria que se reencontraron décadas después para rejuntar su gusto por el “blus”. “El nombre viene de una broma - nos aclara Daniel Ríos, voz y guitarra -. Es pura ironía. Cuando se descubrió en la Patagonia el gran animal prehistórico que llamaron ‘argysaurus superbus’ y como nosotros somos unos dinosaurios del blues, de allí a cambiar una letra”.
“Así como otros músicos que le cantaron al Mississippi o al partido de la Matanza, nosotros nos preguntamos por qué no podíamos cantarle a Mendoza, a sus personajes, sus calles, sus noches, sus historias urbanas”, expande Ríos.
Con esta consigna detrás de un blues con identidad autóctona alejada del legado tradicional del género, este cuarteto encuentra en este manifiesto su retroalimentación y se regodea de estas incógnitas, asume esta cruzada y combina elementos literarios, simbólicos y regionales para inventar musicalmente un discurso que funcione como espejo nuestro.
Canciones como “El fantasma de la calle La Cancha” que cuenta la leyenda urbana del espíritu que deambula cerca del cementerio de La Capital; “El Mendoza’s blues”, el más tradicional del disco, que habla del Loco Juan y la hinchada de Godoy Cruz y “Noches de mi ciudad” un recorrido a pie por las veredas nocturnas ejemplifican este manifiesto de esta Mendoza profunda. “Esto es música sin maquillaje, es pintar tu aldea - agrega Ríos. “Es un laboratorio, un aquellarre de sonidos”.
El grupo, habitantes de El Gran Mendoza, está formado por la mitad de integrantes de dos bandas de rock de los años 80, La Clave y Propuesta, y se completa junto al mencionado Ríos con Rony Malizia (guitarra y voz); Marcelo Palmili (bajo y voz) y Ernesto Vidal (batería).
Para la presentación de hoy de esta opera prima que fue grabada en los estudios de Gustavo Bruno, la cosecha tardía de los argysaurus estará acompañada de los músicos invitados Juan Marco De Angelis en teclados y Javier “Chicho” Prescio en bajo, también miembros del staff que grabó el álbum y que se completa con la intervención de Chelo Charco en percusión y la participación especial de Gabriel Todaro en teclados, un músico argentino radicado en Monterrey, México, amigo de la banda. Pappo también ayudó con aquello de: “Un viejo blues me hizo recordar, momentos de mi vida...” Pablo Pereyra - ppereyra@losandes.com.ar
Para empezar con las indagaciones no hablan de “blues” sino de “blus” y se lo ponen al nombre del cuarteto “Argysaurus Superblus”, en definitiva el resultado de un grupo de compañeros de secundaria que se reencontraron décadas después para rejuntar su gusto por el “blus”. “El nombre viene de una broma - nos aclara Daniel Ríos, voz y guitarra -. Es pura ironía. Cuando se descubrió en la Patagonia el gran animal prehistórico que llamaron ‘argysaurus superbus’ y como nosotros somos unos dinosaurios del blues, de allí a cambiar una letra”.
“Así como otros músicos que le cantaron al Mississippi o al partido de la Matanza, nosotros nos preguntamos por qué no podíamos cantarle a Mendoza, a sus personajes, sus calles, sus noches, sus historias urbanas”, expande Ríos.
Con esta consigna detrás de un blues con identidad autóctona alejada del legado tradicional del género, este cuarteto encuentra en este manifiesto su retroalimentación y se regodea de estas incógnitas, asume esta cruzada y combina elementos literarios, simbólicos y regionales para inventar musicalmente un discurso que funcione como espejo nuestro.
Canciones como “El fantasma de la calle La Cancha” que cuenta la leyenda urbana del espíritu que deambula cerca del cementerio de La Capital; “El Mendoza’s blues”, el más tradicional del disco, que habla del Loco Juan y la hinchada de Godoy Cruz y “Noches de mi ciudad” un recorrido a pie por las veredas nocturnas ejemplifican este manifiesto de esta Mendoza profunda. “Esto es música sin maquillaje, es pintar tu aldea - agrega Ríos. “Es un laboratorio, un aquellarre de sonidos”.
El grupo, habitantes de El Gran Mendoza, está formado por la mitad de integrantes de dos bandas de rock de los años 80, La Clave y Propuesta, y se completa junto al mencionado Ríos con Rony Malizia (guitarra y voz); Marcelo Palmili (bajo y voz) y Ernesto Vidal (batería).
Para la presentación de hoy de esta opera prima que fue grabada en los estudios de Gustavo Bruno, la cosecha tardía de los argysaurus estará acompañada de los músicos invitados Juan Marco De Angelis en teclados y Javier “Chicho” Prescio en bajo, también miembros del staff que grabó el álbum y que se completa con la intervención de Chelo Charco en percusión y la participación especial de Gabriel Todaro en teclados, un músico argentino radicado en Monterrey, México, amigo de la banda. Pappo también ayudó con aquello de: “Un viejo blues me hizo recordar, momentos de mi vida...” Pablo Pereyra - ppereyra@losandes.com.ar
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