John Mayall es uno de los más veteranos rockeros británicos y sigue fiel a un concepto musical, el 'blues rock', con el que ha forjado su pequeña leyenda. El hombre que al frente de The Bluesbreakers abrió un importante hueco para la música negra en la Europa de los 60 actúa en el Centro Niemeyer este viernes. Mayall responde esta entrevista por correo electrónico, con un laconismo que su mánager inglés califica de «habitual, porque lo suyo es expresarse con música».
-¿Cómo encara esta serie de conciertos que le traen a Avilés este viernes?
-Siempre me ha gustado venir a España, tanto por la actitud del público como por el país en general... y también por la gastronomía.
-¿Había estado alguna vez en Asturias?
-Sí, varias veces.
-¿Qué puede decir de los músicos que le acompañan en esta gira?
-Son los mejores que he tenido en toda mi vida.
-Su sobrenombre de leyenda del blues británico ¿se debe a la suerte, a una larga carrera profesional o es sólo una etiqueta acuñada por la prensa?
-Simplemente, me encanta tocar. Eso es todo.
-¿Y en cuanto a haber sido 'padrino' de guitarristas míticos como Peter Green o Eric Clapton?
-Fueron buenos tiempos aquellos locos años 60.
-Por cierto, ¿qué le parece lo que hace Clapton ahora? ¿Siguen en contacto?
-Últimamente, no mucho. Él tocó en mi concierto de cumpleaños de hace siete años.
-¿Qué siente cada vez que coge la guitarra o se sienta ante el piano?
-Cada vez que ocurre se repite lo mismo: una sensación indescriptible, feliz. La mejor que he llegado a experimentar durante toda mi vida.
-Tras más de medio siglo tocando ¿cree ha cambiado mucho el mundo de la música?
-Lo que ha cambiado es todo lo que rodea al negocio. Lo principal sigue siendo igual.
-¿Cómo definiría en pocas palabras el blues?
-Es un sentimiento, lo más parecido a hacer un viaje que va del corazón al alma.
-¿Y usted se siente un 'bluesman', de hecho?
-Por completo y sin ningún género de duda.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario